Desmontando mitos sobre el cuidado de la piel

El alcohol puede parecer beneficioso para las pieles con tendencia acneica, ya que desengrasa instantáneamente la piel, pero cuidado, porque el efecto es solo temporal. El alcohol, en general, es altamente irritante ya que elimina los lípidos naturales de la piel, altera la barrera (microbioma) y empeora la inflamación. Además, la piel intentará compensar en exceso la sequedad con un incremento en la producción de sebo, lo que aumenta la probabilidad de que se formen granos y la piel se vuelva más propensa a las irritaciones. Elije siempre productos para el cuidado de la piel suaves y ligeros.

La pasta de dientes no es una buena opción para los granos. No mejora su estado y el flúor no tiene propiedades antibacterianas. Secar un grano con pasta de dientes no ayudará a curarlo, solo causará enrojecimiento e irritación. Usa solo lo que sí ha demostrado que funciona. Un ejemplo son el ácido salicílico (BHA) y el ácido azelaico. Deja la pasta de dientes para tus dientes.

Si bien es cierto que comer alimentos saludables ha sido un básico siempre para la salud y el bienestar general, la investigación sobre la relación del consumo de alimentos grasos y el acné ha ido evolucionando. Y es que, los estudios que afirmaban esto, se realizaron años y ya se ha visto que cometían algunos errores. Los alimentos grasos no parecen ser desencadenantes del acné en el mayor de los casos. Sin embargo, los alimentos con azúcar refinada causan un aumento en la hormona insulina, que sí que se relaciona con una mayor incidencia de acné. Si consumes este tipo de alimentos intenta reducir tu consumo de azúcar durante algunas semanas para ver si al hacerlo mejora tu piel.

La expresión común, "tu piel tiene que empeorar antes de mejorar" no es universalmente cierta. A menudo, cuando las personas comienzan a usar nuevos productos para el acné, especialmente exfoliantes o retinoides que aceleran la renovación de las células de la piel, puede aparecer brotes de la noche a la mañana y luego desaparecer antes de alcanzar una piel libre de imperfecciones. Este fenómeno, llamado “efecto rebote”, es relativamente común y es diferente a tener un brote normal o un empeoramiento del acné. La manera más fácil de conocer la diferencia entre un efecto rebote y un brote estándar es el tiempo. Los brotes de acné no deberían empeorar cuando se comienza a usar un producto para acné. Como regla general, el efecto rebote desencadenará comedones (pequeños puntos blancos debajo de la piel, también conocidos como puntos blancos) en lugar de pústulas inflamadas, nódulos o quistes más profundos. Las imperfecciones que genera el efecto rebote es simplemente la piel eliminando de forma acelerada las imperfecciones que estaban en proceso y desaparecen mucho más rápido que los brotes estándar.

No, pueden ser filamentos sebáceos. Si tienen un tono claro, gris claro o amarillo, lo más probable es que estés viendo filamentos sebáceos. Un filamento sebáceo puede o no convertirse en un punto negro: el factor determinante es si el sebo en el revestimiento de los poros se expone al oxígeno (oxidándose, oscureciéndose, y convirtiéndose por lo tanto en un punto negro). ¿Otra diferencia? Los puntos negros tienen una apariencia similar a un tapón cuando se extraen, mientras que los filamentos sebáceos son como una barrita de sebo similar a la cera que fluye libremente a medida que apretamos el poro.

Es poco probable que el agua de la ducha cause acné, pero si te limpias la cara y el cuello en la ducha y ocurre, el problema puede ser que estés usando agua demasiado caliente. El agua a altas temperaturas puede eliminar los aceites de la piel y potencialmente irritarla. La forma más fácil de asegurarte de que estás usando el agua a la temperatura correcta (tibia) es lavarse la cara por separado, en el lavabo.

No, el acné no es solo una problemática de los adolescentes. Si bien se asocia comúnmente con la adolescencia debido a los cambios hormonales durante la pubertad, el acné puede afectar a personas de cualquier edad. El acné en adultos es relativamente común y varios factores como las fluctuaciones hormonales, el estrés, la genética y el estilo de vida, pueden contribuir a los brotes de acné en adultos.

Solo un pequeño porcentaje de personas tienen piel seca y con acné, y es posible que les cueste mantener a raya las imperfecciones sin irritar la piel. Es importante tener en cuenta que el acné es un trastorno inflamatorio, por lo que se beneficia de productos suaves y no irritantes. Asegúrate de que tu rutina de cuidado de la piel no contenga ingredientes irritantes como alcohol desnaturalizado, fragancias y limpiadores agresivos, y esté enriquecida con antioxidantes calmantes y nutritivos. Esta es la manera suave pero efectiva de controlar el acné en la piel seca o sensible. ¿Tienes dudas? Contacta con nuestros expertos en cuidado de la piel para obtener consejos personalizados para tu tipo de piel y problemáticas.

Exponer la piel con tendencia acneica a la luz solar sin la protección adecuada provoca daños a largo plazo. Si bien la sensación inmediata es que la grasa de la piel y los granos se “secan”, y que el bronceado reduce la apariencia de las marcas de acné, la realidad es que las investigaciones muestran que la exposición al sol sin protección empeorará las cosas. La piel se deshidrata con el sol y reaccionará produciendo más grasa, lo que resulta en una mayor obstrucción de los poros e inflamación, debido a la cascada oxidativa desencadenada por los rayos UV. También está el riesgo de que las marcas se hiperpigmenten más y se vuelvan más oscuras y rebeldes.