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Han revolucionado la limpieza facial y casi todas las marcas de cuidado de la piel ahora ofrecen un aceite limpiador, así que si te estás preguntado qué es y por qué usarlo sigue leyendo este artículo. Los aceites limpiadores, especialmente los que son fáciles de aclarar, pueden ser un valioso añadido a tu rutina de cuidado de la piel, ya sea para realizar una limpieza simple o una doble limpieza.
Los aceites limpiadores son una de las muchas opciones para eliminar el maquillaje, las impurezas y el exceso de grasa. La principal diferencia de los aceites limpiadores con los limpiadores estándar o los hidrosolubles (que tienen textura de crema, gel o espuma) es la forma de actuar.
Los limpiadores tradicionales funcionan con tensioactivos para eliminar fácilmente los componentes, el maquillaje y la suciedad. Un limpiador bien formulado también contiene componentes hidratantes para dejar la piel suave en lugar de tirante o seca después de la limpieza. Muchos aceites limpiadores también contienen tensioactivos, pero no son la parte más importante de la formulación. Como podrás imaginar, la esencia de los aceites limpiadores es el aceite.
Los aceites, además de ser hidratantes, también funcionan como disolventes lipofílicos. Esto significa que se sienten atraídos por otros aceites, por ejemplo, el aceite que produce la piel y los ingredientes aceitosos del maquillaje. Así es como un aceite limpiador puede disolver el maquillaje y el exceso de grasa además de dejar la piel nutrida.
La mayoría también contiene tensioactivos y componentes emulsionantes. De esta forma, se pueden retirar de una manera fácil con agua.
Los principales beneficios de un aceite limpiador son:
Los mejores aceites limpiadores contienen aceites naturales sin perfume y son ricos en glicéridos que ayudan a limpiar e hidratar la piel.
El aceite limpiador, si está bien formulado y se puede retirar de manera fácil, es adecuado para todo tipo de piel. Si debes usarlo o no depende de dos cosas: preferencia personal y la cantidad de maquillaje de larga duración que utilices. Si utilizas un buen aceite limpiador podrás ahorrar tiempo, ya que no necesitarás un desmaquillador adicional.
Casi todo el mundo puede utilizar un aceite limpiador siempre y cuando esté bien formulado y no contenga componentes problemáticos como las fragancias. Es apto para todo tipo de pieles, incluyendo las pieles sensibles, con rojeces o imperfecciones. Únicamente hay una excepción: los aceites limpiadores que contienen un solo aceite o una mezcla de aceites y que no están combinados con tensioactivos o emulsionantes no se recomiendan para pieles mixtas a grasas porque empeorarán la oleosidad.
Un aceite limpiador se emplea de la misma manera que otros limpiadores faciales. Debes aplicar una pequeña cantidad sobre la piel húmeda; después, tienes que masajear suavemente el rostro y alrededor de los ojos; finalmente, aclara tu rostro bien y seca la piel con una toalla suave y limpia. Truco: algunos aceites limpiadores funcionan mejor cuando se aplican sobre la piel seca, luego se emulsionan y se retiran con agua. Te recomendamos que leas las instrucciones de tu aceite limpiador y que te animes a descubrir qué método te va mejor.
Referencias científicas de este artículo:
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