Rojeces en la cara: cómo reducirlas¿Tienes rojeces en la piel, en las mejillas, en la nariz, incluso en la barbilla o en la frente? ¿En alguna ocasión estas rojeces en la cara se te han inflamado o te han provocado imperfecciones en la piel? Si este es tu caso, no pierdas la esperanza, te mostramos cómo crear una rutina de cuidado para ayudarte a reducir las rojeces y las imperfecciones. Descubre en este artículo como cuidar la piel irritada y enrojecida. Y si ahora mismo te estás preguntado por qué te ocurre esto o qué puedes hacer para estabilizar al microbioma de tu piel y reducir el enrojecimiento de la cara y la sequedad, también te lo contamos. ¡Toma nota! ¿Qué causa las rojeces en el rostro? La rojeces en el rostro pueden ser causadas por muchos factores que van desde un uso de productos de cuidado de la piel no aptos para las pieles sensibles hasta tu entorno e incluso tu alimentación. Muchas veces la rosácea, la psoriasis y el eczema pueden estar detrás de esta tirantez, la descamación y la despigmentación. En las pieles de tono más claro a menudo estas problemáticas dejan un tono rosado o rojo, mientras que en las pieles con más melanina pueden dejar un tono más oscuro o con manchas. Por eso también es importante que siempre consultes con un especialista médico para saber si es tu caso. Otra de las causas de las rojeces es la alimentación. El alcohol y la comida picante (aquella que contienen capsaicina) tienden a promover la aparición de rojeces o incluso provocar que la piel se vuelva sensible y propensa al enrojecimiento. El calor también influye en el enrojecimiento de la piel. Lo hace a través de la vasodilatación, promoviendo un incremento del torrente sanguineo en la superficie de la piel. Pero si hay algo de lo que nos debemos preocupar son los rayos UV. Son la principal causa del enrojecimiento en la piel y la principal causa del envejecimiento prematuro en nuestra piel. Nadie se escapa del daño de los rayos del sol, ni siquiera las personas con la piel más oscura aunque su efecto no sea el enrojecimiento. Por eso, es crucial aplicar siempre (y volver a aplicar) una crema hidratante con FPS 30 o superior, especialmente en el cuidado de la piel sensibles con rojeces. ¡Alerta spoilers! También existe la posibilidad que los productos que estás utilizando para eliminar las rojeces en la cara, en realidad, podrían estar causando tu enrojecimiento... ¿Cómo eliminar las rojeces de la cara? Si deseas que tu piel tenga un aspecto sano y sin rojeces debes eliminar cualquier producto que pueda provocar el enrojecimiento. Cuando lo hagas, notarás la diferencia. Para ello ten en cuenta los siguientes consejos para cuidar bien tu piel: EVITA los jabones en barra, los exfoliantes granulados y los limpiadores que dejan la piel tirante o seca. EVITA la limpieza abrasiva (por ejemplo, usando un cepillo de limpieza con cerdas duras o dispositivos de microdermoabrasión) EVITA fórmulas astringentes, tónicos, purificantes fuertes o cualquier producto para el cuidado de la piel que contienen hamamelis o alcohol (enumerados como alcohol SD o alcohol desnaturalizado) EVITA productos que contengan aceites o extractos de plantas aromáticas como lavanda, pomelo, menta, limón, eucalipto o rosa EVITA productos que contengan fragancias sintéticas; estos pueden aparecer simplemente como perfume o fragancia en la lista de ingredientes EVITA productos que contengan cualquier aceite esencial; ¡son sólo más fragancias! Contienen compuestos volátiles que pueden irritar la piel y causar daño oxidativo ¡Insistimos! Es muy importante que entiendas que las fragancias pueden castigar la piel. Las fragancias suelen estar detrás de muchas de las rojeces de la piel, imperfecciones, descamaciones, sequedad, picazón y el aspecto envejecido. Es crucial NO usar nada que perjudique tu piel (todo debe ser no irritante). Tu rutina de cuidado de la piel debe ser 100 % libre de fragancias para ayudar a reducir el enrojecimiento facial. Si te preguntas qué productos puedes utilizar para aliviar las rojeces, no te preocupes dentro de la gama de productos de Paula´s Choice podrás encontrar todas las soluciones ¿Qué productos puedo utilizar para el cuidado de la piel con rojeces? Los exfoliantes pueden ayudar a reducir el enrojecimiento de la piel si se usa el correcto y de manera efectiva. No se recomiendan los exfoliantes granulados, ya que pueden causar microarañazos, deteriorando la barrera de la piel y pronunciando el enrojecimiento. En su lugar, opta por un exfoliante químico suave sin aclarado con betahidroxiácidos (BHAs, entre los que se encuentra el ácido salicílico), ya que tienen un efecto calmante sobre la piel y reduce visiblemente el enrojecimiento debido a sus propiedades calmantes. Recuerda que la capacidad de los BHAs para eliminar las células muertas de la piel permite que la piel absorba fácilmente los ingredientes hidratantes, nutritivos y calmantes que se van a aplicar después. Los BHAs funcionan tanto en la superficie de la piel como dentro de los poros para eliminar las impurezas que pueden causar que la piel se enrojezca debido a las imperfecciones. La magia de los BHAs es que actúan contra todo lo anterior sin dejar de calmar la piel. Para lograr los mejores resultados de tu cuidado de la piel contra el enrojecimiento, busca una fórmula BHA que contenga ingredientes adicionales calmantes, cómo por ejemplo, nuestro CALM 1 % BHA Exfoliante Piel Sensible. ¿Cómo combatir el enrojecimiento? Una vez que elimines los productos irritantes y comiences a usar solo fórmulas enriquecidas con antioxidantes, calmantes, suaves y sin fragancia, sin duda notarás la diferencia. Si tienes una piel con tendencia a la rosácea, aquí tienes nuestra guía de cuidado de la piel recomendada. Sigue estas recomendaciones y verás cómo se reducen las rojeces en muy poco tiempo: Utiliza un limpiador soluble en agua suave (que no reseque) fácil de enjuagar y que calme la piel. Después aplica un tónico para aportar ingredientes que revitalicen la piel, como extractos de plantas ricos en antioxidantes, ceramidas, pantenol, ácido hialurónico y agentes renovadores. Un exfoliante químico sin aclarado con BHA (ácido salicílico): Los BHAs no solo eliminan las células muertas para revelar la piel radiante que se esconde debajo sino que también calman las rojeces, y suavizan la piel seca y con descamaciones. Durante el día, utiliza una crema hidratante con SPF 30 o superior que únicamente contenga dióxido de titanio y/u óxido de zinc como ingredientes protectores solares. Estos ingredientes brindan la mejor protección y ayudan a reducir el envejecimiento prematuro de la piel. En la noche, revitaliza y alivia la piel con un sérum calmante y una crema hidratante. Los mejores productos son los que contienen abundantes antioxidantes e ingredientes restauradores e hidratantes. Te aseguramos que con nuestra colección CALM te resultará muy fácil cumplir con estas pautas. CALM es una colección perfecta para las pieles sensibles y con rojeces. Es 100% libre de fragancias y está formulada específicamente para cuidar de las pieles sensibles, incluso aquellas con tendencia a la rosácea. CALM ofrece un alivio inmediato y duradero y cada producto se enfoca en las causas subyacentes de la sensibilidad en lugar de calmar únicamente los síntomas. CALM es la mejor opción para reducir el enrojecimiento y la deshidratación, mejorar la luminosidad, combatir el daño solar y finalmente devolver una luminosidad saludable a tu piel. CALM es además un cuidado de la piel multitarea; con ingredientes innovadores que reducen la reactividad de la piel y brindan beneficios visibles antienvejecimiento. Referencias científicas de este artículo: 1. International Journal of Dermatology and Venereology, December 2021, pp. 199-209 2. Skin Pharmacology and Physiology, October 2018, 1-7 3. Dermatology Practical and Conceptual, October 2017, 31-37 4. Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology, February 2016, Supplement, 2-8 5. Journal of Cosmetic Science, March-Apri 2015, 79-86 6. Journal of Allergy, February 2011, ePublication 7. The Journal of Clinical and Aestheic Dermatology, November 2008, 38-44 8. American Journal of Contact Dermatitis, September 1998, 170-175